Según un informe de IGN, este año se cumplirán tres años desde el lanzamiento de las consolas PlayStation 5 y Xbox Series, y Microsoft espera que las siguientes generaciones de Xbox y PlayStation lleguen al mercado en 2028.
Durante el juicio en el que Microsoft se enfrenta a la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, la cual está bloqueando la adquisición de la editora Activision Blizzard por parte de la compañía por un valor de 68.700 millones de dólares, se han presentado documentos judiciales que revelan las expectativas de Microsoft respecto al lanzamiento de las próximas consolas de videojuegos en 2028.
En el primer día del juicio, tanto la FTC como Microsoft presentaron pruebas que respaldan sus respectivas posturas sobre la adquisición. La FTC argumenta que los acuerdos de Microsoft con otras compañías, como Nintendo y Nvidia, que aparentan ser más abiertos a la competencia, presentan «lagunas» y pueden renegociarse en el futuro. Por su parte, Microsoft presentó una declaración del jefe de PlayStation, Jim Ryan, afirmando que la adquisición de Microsoft no se trata de exclusividad en Xbox. Sony expresó preocupación por la adquisición poco después de que se anunciara el acuerdo, citando que el futuro de los juegos de Call of Duty en la plataforma PlayStation podría estar en peligro después de la compra.
«El día de hoy demostró que Sony siempre ha sabido que cumpliremos nuestra promesa de mantener los juegos en su plataforma y dejó claro que su trabajo para oponerse al acuerdo solo busca proteger su posición dominante en el mercado», dijo un portavoz de Microsoft en un comunicado por correo electrónico el jueves.
Ryan también mencionó en su declaración que, en caso de que la transacción se lleve a cabo, Sony no podría discutir con Activision sobre sus planes para la próxima PlayStation. Estas audiencias legales del jueves se producen más de un año después de que Microsoft anunciara su decisión de adquirir Activision Blizzard. Desde entonces, el fabricante de Xbox ha buscado la aprobación de los reguladores antimonopolio en los diferentes países donde opera la compañía. Los mayores obstáculos para Microsoft son el Reino Unido y Estados Unidos, ya que los organismos reguladores de ambos países han bloqueado el acuerdo citando preocupaciones sobre la falta de competencia en la industria de los videojuegos.