Según Devin Liddell, Principal Futurista de Teague, los sistemas de visión por computadora incorporados en auriculares o gafas podrán captar señales emocionales que los ojos e instintos humanos no pueden percibir.
Liddell también menciona que a medida que la realidad aumentada se «fusiona» con la inteligencia artificial, los seres humanos adquirirán superpoderes sensoriales que «transformarán el panorama social». Según Liddell, esta tecnología permitiría detectar desde enfermedades ocultas hasta problemas mentales y se aprovecharía en diversos ámbitos, como negociaciones políticas y citas románticas.
El mercado global de realidad aumentada se espera que alcance los $597.54 mil millones para el año 2030, según Grand View Research. Además, se espera que las gafas Vision Pro de Apple, con un precio de $3499, se lancen a principios de 2024.
Aunque la tecnología tiene sus controversias, como el retiro de la función de «lectura de emociones» en el software Azure Face de Microsoft debido a la «falta de consenso científico» y «preocupaciones de privacidad», Liddell cree que estos «superpoderes» perceptivos permitirán a las personas detectar desde enfermedades ocultas hasta problemas mentales y se aprovecharán al máximo.
El futurista también destaca que el uso de estas herramientas podría generar desigualdades en ámbitos como negociaciones y citas románticas, donde una de las partes podría tener ventaja al contar con estos superpoderes. Además, menciona que habrá intentos de prohibir su uso debido a posibles casos de abuso, pero a medida que los sistemas se vuelvan más pequeños y económicos, podrían acabar siendo implantados en el cuerpo humano a través de implantes en la retina y el canal auditivo.
En resumen, la realidad aumentada impulsada por la inteligencia artificial podría brindar a los seres humanos la capacidad de percibir y comprender las emociones de las personas con las que interactúan, lo que podría tener un impacto significativo en diversas áreas de la sociedad.