El Grupo de Tareas de Servicios Preventivos de Estados Unidos ha emitido recomendaciones para los médicos de atención primaria sobre la evaluación de la salud mental de sus pacientes, incluso en ausencia de síntomas. El diagnóstico precoz de trastornos como la ansiedad y la depresión es fundamental para iniciar el tratamiento y mejorar la calidad de vida. La detección temprana de enfermedades mentales se considera crucial debido a su impacto en la sociedad y el bienestar individual.
El Grupo de Trabajo de Prevención en Salud de Estados Unidos, un grupo independiente de expertos en medicina basada en evidencia, ha enfocado sus esfuerzos en el estudio de la prevención en salud. Recientemente, han emitido nuevas guías que resaltan la importancia de la detección temprana de trastornos de ansiedad, considerándolos una emergencia en salud. Además, han presentado informes sobre la depresión y su relación con un fenómeno creciente en el mundo: el suicidio.
La pandemia ha evidenciado la necesidad de detectar casos tempranamente y ha impulsado un cambio de paradigma en el enfoque de la salud, priorizando la detección y el triaje en lugar de esperar la aparición de síntomas completos. En el caso de la ansiedad, la recomendación es evaluar a todos los adultos menores de 65 años, incluso en ausencia de síntomas o demanda espontánea. La detección temprana se basa en la clasificación del grado de importancia y los beneficios frente a los riesgos que implica.
Sin embargo, es crucial evitar el sobrediagnóstico y establecer diagnósticos parciales, lo que podría conducir al uso excesivo de medicamentos ansiolíticos. Se propone una detección inicial mediante tablas de evaluación o listados sintomáticos en la atención primaria, y en caso de presentar varios elementos, realizar una evaluación más específica con profesionales de salud mental en un segundo nivel.
Es fundamental destigmatizar la salud mental y no solo ignorarla o banalizarla, sino también evitar su sobredimensionamiento. La detección temprana permite acceder a tratamientos terapéuticos cada vez más simples y efectivos. Reconocer y abordar los trastornos de ansiedad y depresión no implica ser menos valioso como individuo, sino ser responsables con nosotros mismos y con nuestros seres queridos.