Asma: Una enfermedad no transmisible que requiere atención constante

En esta entrega nos centraremos en el asma, una de las principales enfermedades no transmisibles (ENT) que afecta tanto a niños como adultos, según la Organización Mundial de la Salud. Esta afección se caracteriza por la inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias finas en los pulmones, lo que provoca síntomas como tos, sibilancias, dificultad para respirar y opresión en el pecho. Según la OMS, en 2019 se estima que el asma afectó a 262 millones de personas y causó 461,000 muertes, destacando la importancia de evitar los desencadenantes del asma para reducir sus síntomas.

Aunque quizás no conozca el mecanismo exacto del asma, cualquiera puede describir a una persona que lo padece. Una persona con asma tiene tos, experimenta dificultad para respirar, puede producir silbidos y sentir presión en el pecho durante los ataques de asma. En los últimos años, el asma ha ido en aumento en todo el mundo debido a la contaminación ambiental, los cambios climáticos y otros factores mencionados con frecuencia.

Sin embargo, la pregunta que nos concierne ahora es: ¿qué hacer una vez que ocurre un ataque de asma? En esencia, eso es lo que los médicos se encargan de resolver. Pero surge otra duda: ¿qué hacer entre los ataques? Durante esos períodos, existe un tratamiento, pero se ha observado que muchas personas no lo siguen adecuadamente. Aproximadamente el 50% de las personas con asma no siguen el tratamiento entre los ataques. Algunas razones pueden estar relacionadas con la falta de educación, dificultades para acceder a los medicamentos, falta de cumplimiento por parte del paciente o falta de importancia que se le da al tema.

En Argentina, se estima que alrededor de 4 millones de personas sufren de asma y aproximadamente la mitad de ellas desconocen tener esta enfermedad pulmonar crónica. El asma se desarrolla cuando los bronquios son muy sensibles a los cambios climáticos y a ciertos agentes ambientales conocidos como desencadenantes.

Quizás se pregunte: ¿cuáles son los desencadenantes de una crisis asmática? Algunos ejemplos son: ácaros del polvo, polen y pelo de mascotas, virus respiratorios, humo del tabaco, ciertos medicamentos y sustancias químicas que provocan inflamación de las vías respiratorias en personas susceptibles.

Durante una crisis asmática, los bronquios se estrechan, lo que provoca síntomas y ataques de asma. Durante estas crisis, los síntomas típicos de la enfermedad se intensifican y respirar se vuelve cada vez más difícil. Además de los problemas respiratorios, el asma no controlada afecta la calidad del sueño, limita las actividades normales, interfiere con las actividades deportivas, perturba la vida laboral o escolar, afecta emocionalmente tanto a la persona con asma como a su familia, y puede llevar a hospitalizaciones frecuentes e incluso a la muerte.

En cuanto a lostratamientos farmacológicos, es fundamental que sean prescritos por un médico profesional. Estos se dividen en dos categorías principales: la medicación de control (de uso permanente para prevenir los síntomas, evitar el uso de medicamentos de rescate y reducir el riesgo de crisis asmáticas) y la medicación de rescate (utilizada para aliviar rápidamente los síntomas). Esta última incluye broncodilatadores de acción rápida en forma de aerosol o solución para nebulizar, así como corticoides orales o inyectables.

Es recomendable solicitar todas estas medidas por escrito, de manera que tenga un recurso al que acudir en caso de dudas sobre algún aspecto del tratamiento, como los horarios de administración de los medicamentos durante una crisis.

Por último, es importante recordar que el asma tiene tratamiento y es posible mejorarlo y controlarlo, pero hay que tener presente que el único medicamento que funciona es el que se toma.

*El doctor Alberto Cormillot es un reconocido médico argentino especialista en obesidad, educador para la salud, escritor y conferencista. Fundó y dirige la Clínica de Nutrición y Salud que lleva su nombre, Dieta Club, la Fundación ALCO (Anónimos Luchadores Contra la Obesidad) y el Instituto Argentino de Nutrición, desde donde asesora a industrias para la elaboración de productos dietéticos y saludables.

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