Tamara Falcó ha mostrado por primera vez su nuevo anillo de compromiso, una joya muy similar y de la misma firma, Repossi, que la primera que Íñigo le entregó en septiembre del pasado año, cuando ambos anunciaron que pasarían por el altar para sellar su amor. Lo ha hecho durante su tertulia en El Hormiguero mirando a cámara y con una enorme sonrisa que evidencia el gran momento que vive junto a su futuro marido. «Me acuesto pensando en la boda, me despierto pensando en la boda y la verdad es que Íñigo también, él está muy involucrado. El mundo boda es todo un mundo», ha reconocido.
Ante la atenta mirada de los colaboradores, la marquesa de Griñón, de 41 años, ha hablado de su visita al taller de la firma española Sophie et Voilà, cuya sede está en Bilbao, y donde estuvo ayer acompañada de su inseparable Juan Avellaneda. Pese a que era consciente de que esa prueba inicial de vestido no era del todo sencilla, ha asegurado que salió mucho mejor de lo que esperaba porque el traje que llevará el próximo 8 de julio en la ceremonia religiosa que tendrá lugar en la capilla de El Rincón «no es un vestido que todo el mundo vaya a entender».
Se tratará, como ha apuntado, de un vestido diferente y original a partes iguales, de la misma manera que su anillo, pero que a ella le encanta. «Es diferente y lo han mejorado. Cuando me lo probé dije ‘no me lo puedo creer’ y además, mi estilista y Juan Avellaneda me dijeron ‘has conseguido un vestido que eres tú'», ha contado. «Pensando en ideas, de repente, vi la foto, la enseñé en Sophie et Voilà y dijeron que les encantaba como inspiración y entonces me fui a probar la toile -un boceto en tela crudo del vestido sobre el que se plasma el patrón inicial-«.
Aunque, con mucho sentido del humor, ha contado que su madre y su hermana Ana Boyer «no lo han entendido», ella está absolutamente encantada con el diseño. «Yo vi la inspiración de ese vestido en un momento dado y le dije -a Ana Boyer-, ‘Ana, te tienes que casar con este’, y Ana dijo ‘yo no me caso con eso'», ha confesado, al tiempo que ha remarcado que a Isabel Preysler sí le ha gustado: «La moda es una forma de expresión», ha agregado.
Durante la retransmisión también ha dado otros detalles de su paso por el altar, como el nombre de la empresa a la que ha encargado su lista de bodas, A-Típica, un grupo con cerca de veinte años de experiencia en el sector que se enfoca en el diseño, producción y coordinación de bodas adaptadas a la personalidad, gustos y posibilidades de los protagonistas. Mientras que ha preferido no decir si habrá baile o si contará con un grupo musical en la esperada velada -«tal vez sí, tal vez no…»-, sí ha desvelado el nombre del chef encargado de poner el toque de sabor: Eneko Atxa.
Precisamente ayer, antes de asistir a su prueba de vestido, disfrutó acompañada por Íñigo y su suegra Carolina Molas de una jornada gastronómica en Azurmendi, el restaurante de este reputado cocinero español que fue nombrado el más sostenible del mundo según The World’s 50 Best Restaurants 2018 y que cuenta con tres estrellas Michelín.