En un contundente movimiento, los legisladores republicanos de Texas han tomado una decisión histórica al votar mayoritariamente a favor de destituir al fiscal general del estado, Ken Paxton. Con acusaciones de corrupción y malversación de fondos públicos, Paxton se enfrentará a un juicio en el Senado tras ser suspendido de su puesto. A pesar de la abrumadora votación en su contra, Paxton no se retracta y denuncia la ilegalidad e injusticia de la situación. Mientras tanto, el expresidente Donald Trump se pronuncia en defensa del fiscal general, acusando a sus impugnadores de ser «demócratas radicales de izquierda» y «RINOs». El futuro de Paxton y la política de Texas se encuentran en un momento crucial.