El expresidente de El Salvador, Mauricio Funes, ha sido condenado a 14 años de prisión por parte de un juez el pasado lunes. Funes fue declarado culpable de negociar con pandillas durante su mandato presidencial. El juicio inició en abril, cuando el exlíder se encontraba viviendo en Nicaragua, aprovechando que El Salvador modificó sus leyes el año pasado para permitir los juicios en ausencia.
Los fiscales acusaron a Funes de asociación ilícita y de incumplimiento de sus deberes en relación con la tregua negociada con las pandillas en 2012. Aunque Funes negó haber negociado con las pandillas o haber otorgado privilegios a sus líderes, el exministro de Seguridad de Funes, general David Munguía Payes, fue condenado a 18 años de prisión por su participación en las negociaciones.
Tras la sentencia, Munguía Payes alegó que el juicio estuvo lleno de irregularidades y se considera un preso político. Funes recibió una condena de ocho años por asociación ilícita y seis años por incumplimiento de deberes. A su vez, Funes expresó que considera la sentencia ilegal y sin fundamentos legales, argumentando que el estado no pudo probar los cargos en su contra.
El fiscal general Rodolfo Delgado manifestó a través de Twitter que se probó que estos dos exfuncionarios, que tenían la obligación de proteger a los salvadoreños, negociaron con pandilleros, poniendo en riesgo la seguridad de la población a cambio de favores electorales.
Cabe destacar que Funes se convierte en el segundo expresidente salvadoreño en ser sentenciado a prisión por actividades ilícitas durante su gobierno. En 2018, el expresidente Tony Saca fue condenado a 10 años de prisión por desviar fondos estatales. Los fiscales afirman que las negociaciones con pandillas tenían como objetivo reducir la tasa de homicidios a cambio de beneficios para los líderes encarcelados de las pandillas.
Este caso se suma a otros presuntos delitos por los cuales Funes ha sido perseguido en El Salvador en al menos seis casos. En 2019, Nicaragua le otorgó la ciudadanía. Además, se menciona que el actual presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha sido acusado de participar en negociaciones similares con pandillas, lo cual generó controversia en diciembre de 2021.
En esa ocasión, el Tesoro de los Estados Unidos afirmó que el gobierno de Bukele habría negociado en secreto una tregua con líderes de pandillas a cambio de privilegios y apoyo político. Aunque el exfiscal general Raúl Melara había prometido investigar estas acusaciones, su destitución tras las elecciones intermedias limitó el avance de las pesquisas.
A pesar de los desafíos y controversias, El Salvador continúa enfrentando la problemática de las pandillas, con medidas contundentes por parte del gobierno actual en su lucha contra estas organizaciones criminales.