Hoy expira el plazo de 48 horas otorgado por República Dominicana a Haití para poner fin a la construcción de un canal destinado a desviar el río Masacre. De no cumplirse esta demanda, República Dominicana ha anunciado el cierre de sus fronteras terrestres, marítimas y aéreas. La tensión en la frontera aumenta, y se teme que estas medidas tengan un fuerte impacto económico en ambos países, pero especialmente en Haití, que ya enfrenta múltiples crisis.
La suspensión definitiva de la emisión de visas a haitianos y la prohibición de entrada al país de quienes estén involucrados en el conflicto ya están en vigor desde el lunes. El cierre de la frontera, en la zona de Dajabón, es el área más afectada por los trabajos de construcción del canal.
El cierre de los cuatro pasos fronterizos será doloroso para los haitianos que dependen del comercio bilateral cada semana, lo que agravará la difícil situación económica de la población empobrecida de ese país. Además, el gobierno dominicano planea reactivar la toma del río Dajabón y construir la presa Don Miguel como una solución a largo plazo.
El diseño de esta obra comenzó en 2022, y se estima que la construcción llevará al menos 30 meses. La situación sigue siendo tensa, y la región se encuentra en alerta ante la posibilidad de un conflicto prolongado.