La partida de Leopoldo Severino, conocido cariñosamente como «el Viejo Liopo» y convertido en una sensación en las redes sociales, ha dejado un profundo pesar en San Pedro de Macorís. Su muerte ha llevado a que se recuerden con cariño sus ocurrencias, y su mentor y amigo, Yompy, ha tenido dificultades para decirle adiós.
Este martes por la mañana, Yompy se colocó frente al ataúd de Severino en la funeraria del Pueblo Norte, mostrando su pesar y tristeza al despedirse de su entrañable amigo.
El Viejo Liopo falleció al mediodía del lunes en el hospital del Seguro Social de San Pedro de Macorís, solo un día después de ser dado de alta tras una cirugía destinada a combatir su cáncer de esófago. Esta pérdida ha dejado a sus seguidores consternados, ya que este personaje, a pesar de su apariencia infantil, era querido por su ingenio y humor, siendo considerado un «niño adulto».
El cementerio Santa Fe se convierte en el último lugar de descanso para el Viejo Liopo, cuya vida fue interrumpida hace tres meses cuando le diagnosticaron un cáncer en etapa avanzada que finalmente lo venció.