Durante una conferencia de prensa en Puerto Rico en julio de 2017, el entonces subdirector de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA), Israel Alicea, reveló que República Dominicana se estaba convirtiendo en un productor de fentanilo, una peligrosa droga que había causado numerosas muertes en Puerto Rico y varias ciudades de Estados Unidos, incluyendo menores de edad.
Alicea informó que se habían identificado rutas de contrabando desde China y México, y que incluso se habían descubierto laboratorios de fabricación de fentanilo en República Dominicana. El segundo al mando de la DEA expresó su preocupación por esta situación, señalando que estaba provocando una crisis en Estados Unidos debido al abuso y las muertes asociadas a esta droga.
En un informe publicado por la DEA en octubre de 2017, se destacó que las organizaciones criminales transnacionales dominicanas representaban una amenaza significativa en el tráfico de drogas, principalmente en la costa este de Estados Unidos. Según el informe, la Ciudad de Nueva York era el punto de entrada principal de los narcóticos provenientes de República Dominicana, desde donde se distribuían a toda el área metropolitana y se enviaban a otros mercados en el noreste y la región del Atlántico medio.
Además de la cocaína y la heroína, los traficantes dominicanos también estaban involucrados en la distribución de fentanilo y medicamentos controlados bajo receta médica, debido a la creciente demanda de opioides en Estados Unidos. Se mencionó que algunos traficantes dominicanos estaban intentando expandir su negocio a Canadá y también incursionando en la venta de pastillas sintéticas como Special K y Molly.
El informe destacó que las estructuras criminales dominicanas estaban compuestas principalmente por familias y que mantenían células subsidiarias en varias ciudades del noreste de Estados Unidos. Además, se mencionó que los dominicanos estaban dispuestos a colaborar con grupos criminales de otros países, como Puerto Rico, Colombia y México.
Es importante señalar que esta información corresponde a datos y declaraciones proporcionados por la DEA en 2017 y debe ser considerada en ese contexto temporal.