El comercio bilateral en la zona fronteriza entre Haití y República Dominicana enfrenta una suspensión inusual y prolongada, ya que no pudo ser reanudado por quinto día consecutivo en Pedernales. Esta situación se debe a la falta de cooperación por parte de las autoridades haitianas de Jacmel y Anse-á-Pitre para llevar a cabo la entrega formal de una escopeta que fue despojada a un cabo del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) por dos haitianos.
El pasado sábado, dos haitianos hirieron a un cabo del Cesfront, propinándole un machetazo en su mano izquierda y robándole la escopeta asignada para su servicio. Aunque se esperaba la reanudación del comercio bilateral, las autoridades de ambos lados de la frontera no cruzaron para llevar a cabo la entrega formal, lo que resultó en el cierre de la puerta de acceso entre los dos países.
La situación en la frontera ha sido marcada por incidentes recientes, como las movilizaciones en Belladere, Haití, en apoyo a la liberación del empresario Tenvil Mackenson, acusado de tráfico de armas y municiones en la frontera. A pesar de esto, la zona limítrofe en el norte del país se mantiene relativamente tranquila.
En la zona franca Codevi en Juana Méndez, Haití, la operación continúa normalmente a pesar de las manifestaciones previas que resultaron en la muerte de obreros y la suspensión de actividades laborales. El comercio y la estabilidad en la frontera se han visto afectados por la detención y entrega del empresario Mackenson por las autoridades dominicanas a sus homólogos haitianos.
En resumen, la falta de cooperación entre las autoridades y el incidente con la escopeta han llevado a una suspensión prolongada del comercio bilateral en la frontera entre Haití y República Dominicana, generando un impacto en la economía y la estabilidad de la región.