En un video difundido por el Grupo Wagner, el líder de los mercenarios rusos, Yevgeny Prigozhin, dio la bienvenida a sus combatientes en Bielorrusia y les informó que, por el momento, no tomarán parte en la guerra en Ucrania. Prigozhin expresó que lo que ocurre en el frente de batalla es una desgracia en la que no quieren involucrarse.
El jefe del Grupo Wagner instó a sus hombres a comportarse correctamente con los residentes locales y les ordenó entrenar al ejército bielorruso y prepararse para un próximo viaje a África. Además, mencionó que podría considerar regresar a la operación militar en Ucrania cuando estén seguros de que no tendrán que avergonzarse.
Se estima que entre 2.000 y 2.500 mercenarios del Grupo Wagner han llegado a Bielorrusia de manera organizada desde mediados de julio. Sin embargo, el avión privado de Prigozhin abandonó Bielorrusia horas después de su aparición en el video.
La rebelión armada del Grupo Wagner fue detenida gracias a un acuerdo entre Prigozhin y el Kremlin, mediado por el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko. Como parte del acuerdo, los mercenarios tuvieron tres opciones: regresar a sus hogares, ir a Bielorrusia o firmar un contrato con el Ministerio de Defensa o agencias de seguridad rusas. Se comprometió que no enfrentarían persecución penal.
El Grupo Wagner ha transferido más de 2.000 equipos bélicos y armas al Ministerio de Defensa ruso como parte de este acuerdo.