El presidente chino, Xi Jinping, hizo un llamado en una reunión interna del Partido Comunista (PCCh) a realizar esfuerzos para modernizar y fortalecer la capacidad de seguridad nacional de China frente a las circunstancias desafiantes que enfrenta el país.
Durante la reunión de la Comisión de Seguridad Nacional del XX Comité Central del Partido, Xi enfatizó la importancia de ser conscientes de las complejas y desafiantes circunstancias que afectan la seguridad nacional, aunque no detalló específicamente cuáles son estos problemas. Sin embargo, los medios locales señalan las fricciones con Estados Unidos, la tensión en el mar de China Meridional y la cuestión de Taiwán como principales preocupaciones del liderazgo chino.
El PCCh reconoció los logros obtenidos hasta ahora en la protección de la soberanía, la seguridad y los intereses nacionales, pero también advirtió que los desafíos actuales son considerablemente más complejos y difíciles de resolver. Ante esto, se subrayó la necesidad de estar preparados para escenarios peores y extremos, y de fortalecer la seguridad política y mejorar la gobernanza de la seguridad de los datos de Internet y la inteligencia artificial.
Xi enfatizó la necesidad de un nuevo patrón de desarrollo con una nueva arquitectura de seguridad para China. El país ya destina enormes recursos para suprimir cualquier amenaza política percibida al dominio del partido, y el gasto en policía y personal de seguridad supera al presupuesto militar.
Aunque China continúa censurando protestas y críticas en línea, los ciudadanos han expresado su descontento con las medidas del gobierno, como los confinamientos draconianos para combatir la propagación de COVID-19.
China ha aumentado los controles sobre su sector tecnológico para reafirmar el control del partido, pero enfrenta dificultades para regular la inteligencia artificial, una tecnología en rápido avance. Además, las investigaciones a consultoras extranjeras por presuntas actividades que omiten riesgos de seguridad nacional o transmiten información confidencial han generado preocupación en el sector y en los inversores extranjeros, aunque China afirma que se trata de casos aislados.
En abril, China reformó su Ley Antiespionaje para ampliar las categorías de objetos que se considerarán como robo de secretos, incluyendo la «colaboración con organizaciones espías y sus agentes». Esta medida se implementa con el objetivo de proteger adecuadamente los materiales relacionados con la seguridad nacional, mientras China refuerza sus esfuerzos de protección en un momento en el que Occidente, liderado por Estados Unidos, intensifica sus actividades de espionaje en China.
El diario oficialista Global Times critica constantemente a Estados Unidos, acusándolo de abusar de sus propias leyes para espiar y vigilar a otros países, empresas e incluso a sus propios ciudadanos.