El ex presidente de EEUU, Donald Trump, afirmó tras haber sido acusado en Nueva York de 34 cargos de falsificación de registros mercantiles que su país “se está yendo al infierno” y que nunca pensó que “algo así ocurriría”.
“Nunca pensé que algo así podía pasar en Estados Unidos. El único crimen que cometí fue defender Estados Unidos de aquellos que quieren destruirlos”, dijo Trump. “Es un insulto a nuestro país”.
El ex mandatario republicano se dirigió a sus seguidores en un acto convocado en Mar-a-Lago, la mansión y club privado en Palm Beach (Florida) donde reside, para hacer una declaración sobre lo ocurrido este martes, que fue algo inédito en los 245 años de Historia de Estados Unidos.
“Este caso infundado se hizo para interferir en las elecciones de 2024 y debería ser desestimado de inmediato”, sentenció Trump, añadiendo que los fiscales de la “izquierda radical” en todo el país estaban tratando de atraparlo “a cualquier costo”.
Hasta ahora no había habido un ex presidente estadounidense que hubiera sido acusado penalmente.
El multimillonario de 76 años se enfrenta a 34 cargos relacionados con el pago, en 2016, de 130.000 dólares a la estrella del porno Stormy Daniels para que guardara silencio sobre una supuesta relación extramatrimonial que se remonta a 2006 y que él siempre ha negado.
Esta maniobra, según la fiscalía de Nueva York, estaba pensada para no perjudicar la imagen de Trump de cara a las elecciones de ese año.
El ex director financiero de Trump, Allen Weisselberg, está cumpliendo una condena de cinco meses de prisión por el mismo cargo de falsificación de registros comerciales.
El también empresario se presentó ante la audiencia como alguien a quien han estado persiguiendo desde que llegó a la Presidencia en 2017, pasando revista a todos las investigaciones que le han abierto con especial hincapié en los documentos oficiales secretos hallados en Mar-a-Lago.
“Ellos no siguen la ley”, subrayó después de haber dicho antes que “el sistema de justicia de EEUU ya no tiene ley y se usa para ganar elecciones”.
Trump fue interrumpido en varias ocasiones por el público especialmente cuando habló del presidente Joe Biden y lo acusó de visitar “el barrio chino” y al fiscal de Manhattan Alvin Bragg, quien, según dijo, es “el único criminal”.
Trump también se refirió a la guerra en Ucrania y aseguró que bajo su mandato, lo de “Rusia invadiendo Ucrania” nunca habría ocurrido.
“Hay una gran nube oscura sobre nuestro país, pero no tengo ninguna duda de que haremos a Estados Unidos grande otra vez”, finalizó Trump, en un discurso de 25 minutos interrumpido numerosas veces por los aplausos y vítores de sus simpatizantes, o los abucheos cada vez que mencionaba a Biden, a los demócratas y, especialmente, a los encargados de llevar su caso.
A primera hora de esta tarde, Trump se entregó en un tribunal de Manhattan al que llegó en un vehículo escoltado por agentes del Servicio Secreto. Delante de la corte, la policía se interpuso entre seguidores y detractores del ex mandatario para evitar enfrentamientos violentos.
Trump tuvo que seguir el ritual impuesto a cualquier acusado: declarar su nombre, edad y profesión y someterse a la toma de sus huellas dactilares, aunque parece haber evitado que le sacaran una foto para la ficha policial.
Además del pago a Stormy Daniels, según documentos judiciales, el magnate compró el silencio de terceros al menos dos veces más. Pagó 30.000 dólares un portero de la Torre Trump que afirmaba tener información sobre un hijo del magnate fruto de una relación extramatrimonial, y otros 150.000 a una mujer que aseguraba tener un romance con el ex presidente.
El entonces abogado de Trump, Michael Cohen, se encargó del pago a Daniels, y el empresario le reembolsó el dinero, haciéndolo pasar presuntamente como gastos legales en las cuentas de su empresa Trump Organization.
El pago a la actriz no fue declarado por tanto en las cuentas de campaña del entonces candidato a las presidenciales de 2016, una posible violación de las leyes electorales del estado de Nueva York.
“No se pueden normalizar conductas criminales graves”, declaró el fiscal del caso, Alvin Bragg, en una conferencia de prensa tras la comparecencia de Trump. “Todo el mundo es igual ante la ley”, añadió.
Trump afronta otras investigaciones penales relacionadas con sus esfuerzos por anular su derrota electoral de 2020 en el estado de Georgia, su manejo de documentos clasificados y su posible implicación en el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021.
Aún se desconocen qué consecuencias tendrán estos casos en sus aspiraciones de volver a la Casa Blanca, pero el ex presidente ha demostrado su resistencia ante los escándalos.