Naciones Unidas anunció el martes por la noche que su principal premio a la libertad de prensa fue otorgado a tres periodistas iraníes encarceladas “por su compromiso con la verdad y la rendición de cuentas”.
Los ganadores son Niloufar Hamedi, quien dio la noticia de que Mahsa Amini, de 22 años, murió en septiembre pasado mientras estaba detenida por la policía de moralidad por llevar el pañuelo demasiado suelto, y Elaheh Mohammadi, que escribió sobre su funeral.
La muerte de Amini desencadenó protestas de meses en decenas de ciudades de Irán. Las manifestaciones plantearon uno de los desafíos más serios para la República Islámica desde que las protestas del Movimiento Verde de 2009 atrajeron a millones a las calles.
El tercer ganador es Narges Mohammadi, quien ha trabajado durante muchos años como periodista y es uno de los activistas más destacados de Irán.
El Premio Mundial a la Libertad de Prensa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura lleva el nombre de Guillermo Cano, un periodista colombiano que fue asesinado frente a las oficinas de su periódico El Espectador en Bogotá el 17 de diciembre de 1986. La UNESCO ha otorgado el premio coincidiendo con Día Mundial de la Libertad de Prensa el 3 de mayo desde 1997.
La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, anunció a los ganadores en una ceremonia en Nueva York y dijo: “Ahora más que nunca, es importante rendir homenaje a todas las mujeres periodistas a las que se les impide hacer su trabajo y que enfrentan amenazas y ataques a su seguridad personal. .”
Zainab Salbi, presidenta del jurado internacional de profesionales de los medios que eligió a los ganadores, dijo que el valiente trabajo de los tres ganadores “condujo a una revolución histórica liderada por mujeres”.
“Pagaron un alto precio por su compromiso de informar y transmitir la verdad”, dijo Salbi. “Y por eso, nos comprometemos a honrarlos y garantizar que sus voces continúen resonando en todo el mundo hasta que estén seguros y libres”.
A finales de abril, el poder judicial de Irán reconoció que dos periodistas que dieron la noticia de la muerte de Amini, Hamedi y Elaheh Mohammadi, habían sido acusados de colaborar con Estados Unidos, actuar contra la seguridad nacional y crear “propaganda contra el sistema”.
Si bien casi 100 periodistas han sido arrestados en medio de las manifestaciones, los informes de Hamedi y Elaheh Mohammadi fueron cruciales en los días posteriores a la muerte de Amini para difundir la ira que siguió. Hamedi trabaja para el periódico reformista Shargh, mientras que Mohammadi trabaja para el periódico reformista Ham-Mihan.
Sus detenciones han provocado críticas internacionales por la sangrienta represión de las fuerzas de seguridad que duró meses después de la muerte de Amini. Según la UNESCO, tanto Hamedi como Mohammadi han estado en la prisión de Evin de Irán desde septiembre, y Hamedi ha estado en confinamiento solitario.
Desde que comenzaron las protestas, al menos 529 personas han muerto en manifestaciones, según activistas de derechos humanos en Irán. Más de 19.700 personas han sido detenidas por las autoridades en medio de una violenta represión que intenta reprimir la disidencia. Irán durante meses no ha ofrecido cifras generales de víctimas, aunque reconoce que decenas de miles han sido detenidos.
Narges Mohammadi ha sido detenida y encarcelada repetidamente por las autoridades, y la UNESCO dijo que actualmente cumple una sentencia de prisión de 16 años en la prisión de Evin. Ha ganado reconocimiento en el extranjero por su trabajo, incluido su activismo contra la pena de muerte en Irán, que sigue siendo uno de los principales verdugos del mundo.
La UNESCO dijo que es vicedirectora de la organización de la sociedad civil con sede en Teherán, Centro de Defensores de los Derechos Humanos. También continúa informando en forma impresa desde la prisión y ha entrevistado a otras mujeres prisioneras que se incluyeron en su libro “Tortura blanca”, dijo la agencia de la ONU.