Sobrevivientes y testigos de una estampida en un estadio de fútbol de El Salvador relataron los terribles momentos que vivieron cuando cientos de aficionados se arremolinaron frente a una pequeña puerta de acceso. La tragedia ocurrió en el estadio Cuscatlán durante el partido entre Alianza y FAS por los cuartos de final de la liga salvadoreña.
Los hinchas, que tenían boletos en mano, estaban enfurecidos porque no se les permitía ingresar a las gradas. La situación se volvió caótica en cuestión de minutos, con intentos de derribar la puerta y personas quedando prensadas y sin poder respirar.
Entre los relatos desgarradores, Héctor Rivas, aficionado de Alianza, describió cómo su hijo fue aplastado entre la multitud. Otro sobreviviente, Diego Armando, contó cómo su cuerpo quedó atrapado. La esposa de una víctima, Patricia Hernández, narró el momento en que su esposo fue arrollado y murió en la estampida.
La estampida dejó un saldo de 12 víctimas, nueve de las cuales fallecieron en el estadio y tres más en los hospitales. Varios aficionados resultaron heridos y recibieron atención médica.
Las autoridades han prometido llevar a cabo una investigación exhaustiva y afirmaron que no habrá impunidad para los responsables. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, expresó sus condolencias y la Concacaf se solidarizó con las víctimas.
Esta tragedia ha recordado otro incidente ocurrido en 2004 en un estadio de El Salvador, donde también se perdieron vidas debido a la falta de seguridad.
El país se encuentra en luto y se espera que se implementen medidas para evitar este tipo de incidentes en el futuro. El Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador ha cancelado su convenio de cooperación con la Primera División de Fútbol Profesional y ofrecerá ayuda a las familias de las víctimas para los gastos fúnebres.