El domingo pasado, una devastadora tragedia golpeó la ciudad de Qiqihar, en la provincia de Heilongjiang, China, cuando el techo de un centro deportivo escolar colapsó, cobrando la vida de once personas. Según informes del Departamento de Bomberos de Heilongjiang, el incidente ocurrió a las 14.56 hora local y dejó a 15 personas atrapadas bajo los escombros, mientras que cuatro lograron ser rescatadas.
El centro deportivo, ubicado en la Escuela Intermedia Número 34, tenía una superficie de aproximadamente 1.200 metros cuadrados, y las víctimas se encontraban en su interior en el momento del derrumbe.
Tras intensas labores de búsqueda y rescate, se confirmó el fallecimiento de cinco personas que quedaron sepultadas y otras seis perdieron la vida después de que los intentos de reanimación fracasaran.
La investigación preliminar reveló que el derrumbe fue causado por la colocación ilegal de un material llamado perlita en el techo durante las obras de un edificio cercano. Debido a las lluvias recientes en la zona, la perlita absorbió agua y aumentó su peso, lo que finalmente provocó el colapso trágico.
Como consecuencia del incidente, los responsables de la empresa constructora involucrada en las obras han sido detenidos por la policía, mientras se lleva a cabo una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades.
Esta lamentable noticia ha conmocionado a la comunidad local y a todo el país, destacando la importancia de la seguridad y las regulaciones en el sector de la construcción para evitar futuras tragedias.