Las declaraciones del Papa Francisco en las que elogió la historia de Rusia han generado controversia, desencadenando una crítica por parte del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores en Kiev, Ucrania. Durante su encuentro con jóvenes católicos rusos, el Papa instó a preservar y promover aspectos positivos del rico patrimonio cultural y espiritual ruso. Sin embargo, estas palabras fueron interpretadas por algunos como una exaltación del «imperialismo ruso».
El Vaticano respondió a las críticas argumentando que el Papa pretendía enfatizar la importancia de rescatar elementos constructivos de la historia rusa y no enaltecer la lógica imperialista ni figuras gubernamentales. El portavoz vaticano, Matteo Bruni, destacó que el discurso del Papa estuvo dirigido a resaltar el legado cultural y espiritual de Rusia en lugar de apoyar perspectivas imperialistas.
Las palabras del Papa han sido objeto de análisis y controversia, especialmente en relación con el conflicto en Ucrania. A pesar de que el Papa no hizo menciones directas a la invasión en Ucrania, sí respondió a una pregunta de una joven rusa sobre la diplomacia y el conflicto en la región. El Papa enfatizó la importancia de la diplomacia basada en la comprensión mutua y el diálogo para superar los conflictos.