El presidente ruso, Vladimir Putin, emitió sus primeras declaraciones tras la muerte de Yevgeny Prigozhin, líder de los mercenarios y fundador del grupo Wagner. Putin expresó sus condolencias a las familias de todas las víctimas del trágico accidente aéreo en el que Prigozhin perdió la vida, y reconoció la contribución del grupo Wagner en la lucha contra el nazismo en Ucrania.
El jefe del comité de investigación de Rusia anunció el inicio de una investigación sobre el accidente del avión en el que viajaba Prigozhin. Putin afirmó que los primeros datos sugieren que los ocupantes del avión eran miembros del grupo Wagner.
Mientras Putin ofrecía sus declaraciones, surgieron informaciones en el canal de Telegram vinculado a Prigozhin, detallando una hipótesis sobre la caída del avión que menciona un presunto artefacto explosivo en la nave. La versión describe cómo se habría producido la explosión en el tren de aterrizaje y su impacto en el vuelo.
En medio de estas circunstancias, el periodista de investigación búlgaro Christo Grozev, quien se encuentra en el centro de una intensa persecución rusa, especuló sobre un posible nuevo golpe de Estado en Rusia tras la muerte de Prigozhin. Grozev afirmó que este tipo de eventos no ocurren sin la autorización personal del presidente Putin, comparándolo con el envenenamiento del opositor Alexei Navalny.
El análisis de Grozev también insinuó que Prigozhin era visto por algunos sectores como un posible líder futuro de Rusia, y su muerte podría tener repercusiones políticas dentro del país. Mencionó la posibilidad de que aquellos simpatizantes de Prigozhin busquen momentos oportunos para orquestar un nuevo golpe de Estado.
El trágico fallecimiento de Yevgeny Prigozhin ha desatado tanto una avalancha de especulaciones sobre su legado como interrogantes sobre el futuro político en Rusia, resaltando la complejidad y las intrigas que rodean esta situación.