La alta demanda de pasaportes estadounidenses choca con una muralla burocrática, generando una experiencia frustrante para los viajeros que buscan obtener un documento válido para sus viajes este año. A medida que los viajes a nivel mundial se recuperan, la falta de personal suficiente para hacer frente a la demanda ha creado un purgatorio desquiciante y costoso.
Los solicitantes de pasaportes se encuentran sumidos en una lenta agonía de espera, preocupación, filas interminables, actualización constante de los sitios web, correspondencia con el Congreso, pago de tarifas exorbitantes y seguir instrucciones que resultan ser incorrectas. Algunos incluso están adquiriendo boletos adicionales para obtener pasaportes en otras ciudades antes de su viaje originalmente planeado. Esta situación ha generado una incertidumbre que afecta tanto a viajeros en Estados Unidos como en otras partes del mundo.