En una lucha de posturas, las negociaciones entre la Casa Blanca y los republicanos de la Cámara de Representantes parecen haberse estancado, generando preocupación sobre una potencial suspensión de pagos federal catastrófica. Durante las reuniones del fin de semana, los legisladores republicanos se mantuvieron firmes en sus demandas de drásticos recortes de presupuesto y rechazaron cualquier forma alternativa de reducir el déficit.
El presidente Joe Biden y líderes mundiales siguieron de cerca las conversaciones, con la esperanza de que se lograran avances cruciales para evitar una crisis financiera de gran magnitud. El gobierno de Biden y el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, buscaron un acuerdo presupuestario que permitiera aumentar el límite de deuda nacional.
Sin embargo, los republicanos rechazaron el plan de la Casa Blanca, el cual proponía recortes menos severos y un aumento en los ingresos. Ambas partes se enfrentan a una fecha límite para elevar el techo de deuda antes del 1 de junio, a fin de garantizar el pago de las obligaciones del país.
Durante la cumbre del Grupo de los Siete en Hiroshima, Japón, Biden expresó su intención de abordar el tema con McCarthy. «Vamos a tener oportunidad de hablar más tarde hoy», mencionó el presidente mientras se reunía con los mandatarios de Japón y Corea del Sur.
No obstante, las propuestas republicanas fueron tachadas por Biden como «inaceptables». Instó a la otra parte a abandonar sus posiciones extremas y buscar soluciones viables. En este sentido, McCarthy necesitaría el apoyo de hasta 100 votos demócratas para aprobar un acuerdo en la Cámara de Representantes, considerando las deserciones republicanas y votaciones previas.
En las últimas rondas de conversaciones, el equipo de McCarthy insistió en fuertes recortes en gastos no relacionados con defensa, al mismo tiempo que buscaba aumentar el financiamiento militar. Se espera que los sectores más afectados sean la educación, la salud y programas como «Meals on Wheels». Además, los republicanos buscan imponer requisitos de empleo en Medicaid, lo cual afectaría la cobertura médica de millones de personas.
En un intento de alcanzar un acuerdo, la Casa Blanca propuso mantener estable el gasto en defensa y no defensa el próximo año, lo que representaría un ahorro significativo a lo largo de una década. Sin embargo, los republicanos rechazaron también las propuestas de aumentar los ingresos para reducir el déficit, incluyendo medidas como pagar menos por medicamentos recetados y cerrar lagunas fiscales.
Ante la falta de avances y las acusaciones mutuas de falta de razonabilidad, Biden recibió informes frecuentes sobre el estado de las negociaciones y ordenó una llamada con McCarthy. Aunque no se esperaba que se llevaran a cabo reuniones en el Capitolio, las conversaciones podrían reanudarse el domingo tras la conversación entre ambos líderes.
Mientras tanto, la incertidumbre y la presión aumentan en la cumbre del G7, donde Biden aseguró a sus colegas que Estados Unidos evitará el impago, lo cual tendría repercusiones negativas en la economía mundial. Aunque hay esperanzas de lograr un avance en las conversaciones, la falta de compromiso por parte de ambas partes plantea dudas sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo satisfactorio.
Fuente: The Associated Press