Ante la previsión de lluvias inminentes en Marruecos y el riesgo de deslizamientos de tierra que podrían interrumpir las labores de ayuda, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) ha anunciado que está acelerando sus operaciones de socorro en la región.
La deteriorada red de carreteras, especialmente en las aldeas remotas de las montañas, plantea un desafío logístico significativo para la distribución de suministros esenciales, convirtiendo esta misión en una carrera contrarreloj, según el portavoz de la FICR, Benoit Carpentier.
Mohamed En-Nosse, director de Operaciones de la Media Luna Roja Marroquí en la región de Marrakech-Safi, ha anunciado que están movilizando todos sus recursos para ayudar a aquellos que quedaron desplazados antes de la llegada de las lluvias y el frío, en colaboración con las autoridades públicas y la FICR.
Si bien se ha cubierto la necesidad inmediata de alimentos y agua gracias a la solidaridad comunitaria, la vivienda segura y el saneamiento siguen siendo preocupaciones significativas. La organización humanitaria señala la necesidad de iluminación y medidas de seguridad alimentadas por energía solar en áreas donde la restauración de la electricidad llevará semanas, especialmente tras el reciente terremoto en Marruecos.