Kenia está confiada en que el despliegue de un millar de policías en Haití ayudará a poner fin a la violencia desatada por las bandas criminales en la isla. El ministro de Asuntos Exteriores de Kenia, Alfred Mutua, expresó su confianza en que este contingente no solo contendrá la creciente ola de violencia en Haití, sino que también desarmará a las bandas y restaurará la seguridad en la región.
«Ya hemos enviado un equipo de evaluación a Haití, y el 80 por ciento de la población local apoya este despliegue de la Policía de Kenia en su país», afirmó el ministro. Mutua subrayó que Kenia ha sido un país muy solicitado para llevar a cabo misiones de paz en el extranjero, habiendo desplegado sus tropas en varios lugares, incluyendo Namibia, Sierra Leona, Timor Oriental, Sudán del Sur, Somalia y la República Democrática del Congo.
Sin embargo, existen críticos que cuestionan la idoneidad de este despliegue debido al historial de violaciones de los Derechos Humanos por parte de las fuerzas de seguridad kenianas, así como los desafíos a la seguridad que enfrenta el país africano. A pesar de las preocupaciones, el gobierno keniano argumenta que esta misión es diferente a las anteriores, ya que no se trata de una misión de paz de las Naciones Unidas.
Haití, el país más pobre del hemisferio norte, ha estado sumido en la inestabilidad desde el asesinato de su presidente, Jovenel Moise, en julio de 2021. Las bandas criminales han ganado terreno desde entonces, desencadenando conflictos por el control de vastas áreas de la isla y poniendo en peligro aún más los ya precarios servicios básicos. Según la ONU, más de 2,400 personas han perdido la vida en lo que va del año debido a la violencia en Haití.