En un perturbador suceso, el Jefe de la Morgue de la Universidad de Harvard ha sido acusado de participar en la venta ilegal de restos humanos. Los cadáveres donados a la prestigiosa Escuela de Medicina de Harvard suelen ser utilizados con fines educativos, docentes o de investigación, y una vez cumplida su función, son cremados y las cenizas devueltas a las familias o enterradas en cementerios.
En un comunicado publicado en el sitio web de la escuela bajo el título «An abhorrent betrayal» (Una abominable traición), los decanos George Daley y Edward Hundert describieron este asunto como «moralmente reprobable». Además, informaron que el señor Lodge fue despedido el 6 de mayo.
Los decanos expresaron su consternación ante este perturbador incidente ocurrido en su campus, una comunidad dedicada a curar y servir a los demás. Señalaron que los actos denunciados constituyen una traición no solo hacia la facultad, sino también hacia cada una de las personas que generosamente donaron sus cuerpos a través del Programa de Donaciones Anatómicas, con el objetivo de promover la educación médica y la investigación.
Según el acta de acusación, los señores Lodge y otras tres personas, Katrina Maclean de 44 años, residente en Salem, Massachusetts; Joshua Taylor de 46 años, residente en West Lawn, Pensilvania; y Mathew Lampi de 52 años, residente en East Bethel, Minnesota; son acusados de asociación delictuosa y transporte interestatal de bienes robados. Hasta el momento, no se ha logrado contactar a los abogados de los acusados.
De acuerdo con los fiscales, los acusados formaban parte de una red nacional dedicada a la compra y venta de restos robados provenientes de la escuela y de una morgue en Arkansas. Los Lodge aparentemente vendieron restos a Maclean, Taylor y otros individuos, a través de llamadas telefónicas y redes sociales.