Bola Tinubu, de 70 años, ha ganado las elecciones en Nigeria. El candidato del partido gubernamental Congreso de Todos los Progresistas (APC, en sus siglas en inglés) obtuvo 8,8 millones de votos (36%) frente a 6,9 millones (29%) de su principal rival, el líder opositor Atiku Abubakar, y los 6,1 millones (25%) de Peter Obi, el aspirante revelación. Así lo anunció este miércoles de madrugada la comisión electoral nigeriana, quien declaró a Tinubu presidente electo de Nigeria sin necesidad de segunda vuelta por haber obtenido al menos el 25% de los votos en dos tercios de los estados. Los dos principales partidos de la oposición habían denunciado “manipulaciones masivas” durante el recuento y pidieron que se repitieran los comicios.
“Estoy muy contento de haber sido elegido presidente de la República de Nigeria. Es un mandato muy serio. Por la presente, lo acepto”, aseguró Tinubu a sus seguidores al conocerse los resultados. Asimismo, defendió la credibilidad de las elecciones frente a las críticas de sus rivales: “Felicito a la comisión electoral por llevar a cabo una elección creíble sin importar lo que digan los demás”, dijo Tinubu, “los errores que se informaron fueron relativamente pocos e irrelevantes como para afectar al resultado final de las elecciones”.
El presidente saliente, Muhammadu Buhari, aseguró que “Tinubu es la persona ideal para este trabajo”. “A partir de ahora”, señaló Buhari, “trabajaré con él y su equipo para garantizar una transferencia ordenada de poder”, manifestó mediante un comunicado.
Bola Tinubu, de 70 años, musulmán de la etnia yoruba, es un veterano político nigeriano que fue gobernador de su estado natal de Lagos entre 1999 y 2007. Apodado El padrino o El jefe por sus enormes influencias, fue uno de los principales apoyos de Buhari en 2015 y consideraba que ya le había llegado “su hora”, tal y como aseguró en numerosos actos de campaña. Sin embargo, su derrota precisamente en Lagos ante Peter Obi, que irrumpió como la gran sorpresa en estas elecciones, y los buenos resultados de Abubakar en el norte del país pusieron en cuestión su victoria hasta que se terminaron de escrutar todos los votos.
Todo el proceso electoral ha sido puesto en cuestión por la oposición, que ha pedido una repetición de los comicios. “El APC ha influido en la Comisión Electoral Nacional Independiente [INEC, por sus siglas en inglés] y podemos constatar que los resultados han sido modificados”, aseguraba este lunes a los medios el senador Dino Melaye, del Partido Democrático de los Pueblos de Abubakar, “tenemos información de que ha habido circunscripciones donde las elecciones no se celebraron y los resultados fueron cocinados y en otras, los aparatos electrónicos no se usaron y también se proclamaron resultados”. Umar Faruk Ibrahim, secretario general del Partido Laborista (LP), por el que se presentaba Obi, coincidía en estas críticas: “Tenemos pruebas empíricas de que las máquinas no fueron utilizadas”, manifestó.
“Las elecciones están irremediablemente comprometidas y hemos perdido totalmente la confianza en el conjunto del proceso”, aseguraron representantes de ambos partidos en una rueda de prensa conjunta celebrada el lunes en la que exigieron “la inmediata anulación de este simulacro de elecciones” y la organización de unos nuevos comicios, según Julius Abure, presidente del LP. “Los resultados publicados no reflejan las aspiraciones de los nigerianos”, añadieron, tras recordar que el presidente saliente, Muhammadu Buhari, había prometido “dejar como herencia elecciones libres, equitativas, transparentes y creíbles”.
Las críticas de la oposición se han centrado en la defectuosa utilización del sistema de reconocimiento facial y dactilar, implantado por primera vez en estas elecciones, así como en la transmisión electrónica de los datos a la comisión electoral, que ha funcionado solo en algunos colegios electorales o acumula retrasos.
La misión de observación de la Unión Europea, en un informe preliminar, ha advertido de la falta de transparencia en los comicios y ha criticado tanto la falta de preparación del personal encargado de los nuevos recursos electrónicos como de la falta de seguridad en algunos colegios electorales, lo que dio lugar a abusos por parte de agentes electorales. El expresidente nigeriano Olusegun Obasanjo se ha sumado a estas críticas y ha pedido la repetición de las elecciones allí donde el voto se ha visto alterado por la violencia.
Bola Tinubu tendrá que gobernar un país sumido en una profunda crisis económica y con enormes problemas de inseguridad. Entre sus principales desafíos está la devaluación de la naira, la moneda local, la alta tasa de inflación y el elevado desempleo. Asimismo, Nigeria vive bajo la constante amenaza de la violencia yihadista en el noreste y de grupos de delincuentes armados en el noroeste y centro del país, donde llevan a cabo ataques y secuestros.