En medio de una lucha desesperada contra las llamas, Grecia se enfrenta a una crisis sin precedentes. Las islas griegas han sido arrasadas por incendios, obligando a evacuar a vecinos y turistas en un intento desesperado por salvar vidas. En Corfú, 18 localidades han sido evacuadas, mientras que en Eubea otras siete están siendo afectadas por un incendio fuera de control. El Peloponeso también está bajo asedio, con más de 100 bomberos enfrentándose incansablemente a las llamas cerca del pueblo de Egio.
El país se encuentra en una batalla constante contra el fuego, como lo describe el primer ministro griego. Una ola de calor extremo ha azotado la nación, alcanzando una temperatura récord de 46,4 grados en la ciudad de Gitión, la más alta jamás registrada. El impacto es desolador: casas reducidas a escombros, animales calcinados y una sensación de pérdida y catástrofe que abarca la nación.
La situación en Grecia exige medidas urgentes y solidaridad internacional para hacer frente a la devastación causada por los incendios.