Centenares de migrantes, en su mayoría africanos, esperan desesperadamente alojamiento en Nueva York, durmiendo en cartones en plena calle. El alcalde ha declarado que «no hay espacio» para más personas en los centros de acogida, lo que ha dejado a muchos sin una solución inmediata. La crisis migratoria en la ciudad parece no tener pronta mejora, mientras las autoridades buscan soluciones y priorizan a las familias con niños pequeños para ofrecer alojamiento gratuito.
Los migrantes claman por una pronta respuesta y la posibilidad de conseguir permisos de trabajo para poder establecerse y contribuir a la sociedad estadounidense. La situación es compleja y las autoridades locales piden ayuda al gobierno federal para enfrentar esta crisis global.