La Administración estadounidense ha dado este domingo un golpe de última hora para evitar que la quiebra del Silicon Valley Bank el pasado viernes pudiera generar una crisis de confianza en el sistema financiero. En un comunicado, la Reserva Federal, el Departamento del Tesoro y el organismo regulador han anunciado que harán disponibles fondos adicionales para garantizar el pago de todos los depósitos de la institución, tanto los asegurados como los que no.
“Tras recibir una recomendación de las juntas de administración de la Reserva Federal y la Corporación Federal de Garantía de Depósitos (FDIC), y tras consultar con el presidente (Joe Biden), la secretaria (Janet) Yellen ha dado el visto bueno a medidas que permiten que la FDIC complete su gestión del Silicon Valley Bank de Santa Clara, California, de manera que se protejan totalmente todos los depósitos”, sostiene el comunicado
El SVB quedó en manos de la FDIC el pasado viernes, después de que sus clientes retiraran el jueves más de 42.000 millones de dólares en diez horas, la mayor salida de depósitos de un banco en la historia reciente de Estados Unidos. La gran preocupación era qué iba a pasar con sus depósitos, que el 31 de diciembre alcanzaban los 175.000 millones de dólares: los organismos reguladores garantizan los fondos hasta 250.000 dólares, pero el 96% de los depósitos en el banco californiano superaban esa cifra y no estaban garantizados. Buena parte de ese dinero correspondía a empresas del sector tecnológico, muchas de ellas startups, que necesitaban esos fondos para hacer frente a sus pagos, incluidas las nóminas de sus empleados.