Si los océanos fueran un país, no habría duda de que merecerían ser miembros del exclusivo club del G7. Así es de impresionante la influencia de la economía que se desarrolla en los vastos mares que rodean nuestro planeta.
El océano, el mayor ecosistema del mundo, abarca el 70% de la superficie terrestre y desempeña un papel vital en nuestra vida cotidiana. No solo proporciona el 50% del oxígeno que respiramos, sino que también actúa como el mayor sumidero natural de carbono, ayudando en la lucha contra el cambio climático.
Pero su importancia no termina ahí. En los últimos años, el océano ha adquirido un papel fundamental en la generación de recursos económicos. Según las Naciones Unidas, la economía oceánica mueve cada año entre 3 y 6 billones de dólares, una cifra impresionante que refleja su vasto potencial.
Dentro de esta economía se encuentran diversos sectores que generan empleo y riqueza. La industria pesquera, la energía renovable y el turismo son solo algunos ejemplos de las actividades económicas que se desarrollan en los océanos y que sustentan a millones de personas en todo el mundo.
En América Latina, esta dependencia es aún más evidente, ya que aproximadamente el 27% de la población de la región se encuentra vinculada de alguna manera a la economía oceánica. Desde comunidades costeras que dependen de la pesca como sustento hasta destinos turísticos paradisíacos, el océano es un pilar fundamental en la vida y la economía de millones de latinoamericanos.
Es necesario reconocer la importancia de los océanos en el ámbito económico y tomar medidas para proteger este invaluable recurso. Desde la sostenibilidad pesquera hasta la conservación de los ecosistemas marinos, es vital asegurar que los beneficios económicos que obtenemos del océano no comprometan su salud a largo plazo.
Los océanos son mucho más que agua salada. Son motores económicos, proveedores de vida y guardianes de nuestro planeta. Es hora de valorar y proteger la inmensa riqueza que se encuentra bajo las olas y reconocer su relevancia global en la toma de decisiones económicas.