La independencia de los jóvenes españoles se ve cada vez más obstaculizada por la pérdida de poder adquisitivo y el constante aumento en los precios de la vivienda. De acuerdo con datos recientes, la edad media de emancipación ha superado por primera vez los 30 años, afectando la capacidad de los jóvenes para dejar el hogar parental y establecerse por cuenta propia.
El panorama económico es desafiante, con un preocupante 20,6% de los jóvenes trabajadores en riesgo de pobreza o exclusión social. Además, la escalada sostenida en los precios de la vivienda ha llevado a que el costo del alquiler represente más del 80% del salario promedio de los jóvenes. Estos factores combinados han llevado a que solo el 15,9% de los jóvenes españoles logren acceder a la independencia, una cifra considerablemente menor que la media en la Unión Europea.
La situación resalta la dificultad que enfrentan los jóvenes en España para establecerse por sí mismos debido a barreras económicas significativas, lo que está generando una nueva realidad en la que la emancipación se pospone hasta edades cada vez más avanzadas.