La oferta de carne de res está disminuyendo rápidamente, lo que se traducirá en un aumento en los precios de los cortes y las hamburguesas. Años de sequías persistentes, interrupciones causadas por la pandemia y el incremento generalizado de costos han llevado a los ganaderos a vender su ganado, reduciendo la cantidad de reses en Estados Unidos a su nivel más bajo en casi una década. Según los datos del Departamento de Agricultura, se espera que la producción de carne de res en Estados Unidos disminuya en más de 2 mil millones de libras en 2024, la mayor caída anual desde 1979.
El aumento de costos en todas las etapas de la crianza de ganado ha llevado a que los ganaderos no encuentren motivos para reemplazar el ganado que envían al matadero, mucho menos para aumentar sus manadas.
Con menos carne de res disponible, los consumidores no deben esperar facturas de supermercado más bajas por el momento. Los precios de la carne molida, que han aumentado más del 20% desde 2020, podrían alcanzar niveles récord este verano durante la temporada de parrilladas, con un precio promedio estimado de $5.33 por libra este año, según analistas del prestamista agrícola Rabobank. Los precios podrían aumentar al menos entre 15 y 25 centavos adicionales en 2024, agregaron los analistas.
Estos precios ponen a prueba el apetito de los estadounidenses por la carne de res, que ha seguido creciendo a pesar de años de debates sobre salud, el enfoque en el impacto climático de la crianza de ganado y la mayor disponibilidad de proteínas a base de plantas, según ejecutivos de supermercados.