La agenda del líder chino Xi Jinping para la reunión anual de la legislatura ceremonial: reactivar la economía alentando a los consumidores a gastar más ahora que terminaron los estrictos controles antivirus e instalar un gobierno de leales para intensificar el control del Partido Comunista sobre la economía y la sociedad.
Xi, la figura más poderosa de China en décadas, no tiene un papel formal en la Asamblea Popular Nacional, que convocará una reunión de todos sus miembros el domingo. Pero se cierne sobre cada evento: el hombre de 69 años se otorgó un tercer mandato de cinco años como secretario general del partido en octubre, posiblemente convirtiéndose en líder de por vida.
La reunión de dos semanas de 2977 miembros de la APN es el evento político de más alto perfil del año, pero su trabajo legislativo se limita a respaldar las decisiones del partido gobernante. Su función más importante es proporcionar una plataforma para dar a conocer los planes gubernamentales y dar a los miembros instrucciones para llevar a casa a las ciudades y provincias.
Xi y otros líderes dicen que su prioridad es asegurar a los consumidores y empresarios que es hora de gastar e invertir después de que en diciembre se levantaron las restricciones que mantuvieron a millones de personas en casa, cerraron temporalmente Shanghái y otros centros industriales y eliminaron puestos de trabajo.
La economía enfrenta desafíos que van desde la débil demanda mundial de exportaciones y los persistentes aumentos de aranceles de EE. UU. en una disputa por la tecnología y la seguridad hasta las restricciones en el acceso a los chips de procesadores occidentales debido a los temores de seguridad. En casa, la fuerza laboral se ha estado reduciendo durante más de una década, ejerciendo presión sobre una economía que aún depende de la industria intensiva en mano de obra.
El crecimiento económico cayó al 3% en 2022, el segundo nivel más bajo desde al menos la década de 1970.
El partido gobernante necesita “liberar por completo el potencial de consumo”, dijo Xi en la reunión de planificación anual del partido, según un texto publicado el 16 de febrero.
Xi no dio detalles, pero dijo que Beijing debería alentar el gasto en autos eléctricos y atención médica y de ancianos, mejoras para el hogar, cultura y deportes. Advirtió en la reunión de diciembre que el trabajo “será complicado”.
Un repunte liderado por el consumidor podría llevar más tiempo que el gasto de estímulo o desencadenar un auge en la inversión inmobiliaria. Pero los líderes chinos están tratando de evitar opciones que harían subir la deuda que ya les preocupa que sea peligrosamente alta.
Los pronosticadores esperan que el primer ministro Li Keqiang, el principal funcionario económico, anuncie un objetivo de crecimiento del 5% al 5,5% en un discurso el domingo sobre los planes para el año. Li, un defensor de la libre empresa, será reemplazado como primer ministro en el congreso luego de ser dejado de lado como el segundo líder del partido en octubre.
El Fondo Monetario Internacional y algunos pronosticadores del sector privado esperan un crecimiento anual mucho más débil, tan bajo como 4.4%.
“Lleva tiempo decir si la economía se recuperará”, dijo Song Huimin, propietario de un supermercado en la ciudad nororiental de Jinzhou. Dijo que las ventas son mejores que hace seis meses, pero no han vuelto a los niveles anteriores a COVID.
“La gente quiere consumir, pero aún no tiene suficientes ingresos”, dijo Song. “Algunas personas todavía están sin trabajo”.
El expropietario de una fábrica de ropa en la ciudad oriental de Changzhou dijo que cerró el año pasado, dejando sin trabajo a 20 personas. Consiguió un trabajo en otra empresa de ropa. Cualquier dinero extra se destina a pagar la educación de su hija de 14 años.
“No tengo casa ni auto y no tengo planes de viajar”, dijo el hombre, quien solo dio su apellido, Wu.
Desde que asumió el poder en 2012, Xi ha pedido al partido gobernante que regrese a su “misión original” como líder económico, social y cultural de China y lleve a cabo el “rejuvenecimiento de la gran nación china”.
Los empresarios que generan los nuevos empleos y la riqueza de China se han visto sacudidos por controles políticos más estrictos y restricciones antivirus. Los grupos empresariales dicen que las empresas globales cambiaron sus inversiones a India, Vietnam y otros países el año pasado porque las restricciones de viajes de China impidieron que los ejecutivos visitaran el país.
El partido ha indicado que está terminando las medidas enérgicas contra los monopolios y la seguridad de los datos contra las empresas de tecnología que borraron cientos de miles de millones de dólares del valor bursátil de Alibaba, Tencent y otros líderes de la industria. Pero no muestra signos de dar marcha atrás en una campaña para reforzar el control político sobre ellos.
La industria se vio sacudida nuevamente a mediados de febrero cuando Bao Fan, un banquero estrella involucrado en algunos de los acuerdos tecnológicos más grandes, desapareció. Su compañía anunció que Bao estaba “cooperando en una investigación”, pero no dio detalles.
Todavía se espera que las empresas «prioricen las instrucciones del partido», dijo Neil Thomas de Eurasia Group en un informe. Dijo que las medidas anunciadas durante la APN podrían dar al partido gobernante “una supervisión más directa sobre la formulación de políticas” en tecnología e innovación.
Se anunciará un nuevo gobierno al final del congreso en un cambio de una década que le da a Xi una oportunidad para instalar a sus partidarios como primer ministro, ministro de finanzas y gobernador del banco central.
Xi ha ascendido a funcionarios con los que tiene una historia personal desafiando la tradición del partido que requería que los candidatos al liderazgo hayan servido como ministros del gabinete o en otros puestos a nivel nacional.
El funcionario en línea para suceder a Li como primer ministro y jefe de gobierno es Li Qiang, un ex secretario del partido de Shanghái que no tiene experiencia en el gobierno a nivel nacional. Li Qiang fue nombrado segundo líder del partido en octubre.
Li Qiang “hará lo que sea necesario para garantizar que Xi no tenga motivos para dudar de su lealtad”, dijo Thomas.
El candidato que se espera que suceda al viceprimer ministro Liu He, un economista formado en Estados Unidos a cargo de las finanzas y la banca, es He Lifeng. Es presidente de la agencia de planificación del Gabinete, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, pero no tiene experiencia en finanzas. Se espera que Ding Xuexiang, quien se desempeñó como jefe de gabinete de Xi, se convierta en viceprimer ministro ejecutivo a pesar de no tener experiencia en liderazgo gubernamental.
Se espera que el gobierno anuncie otro aumento en el gasto militar, el segundo más alto después de Estados Unidos luego de lo que el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo dice que es la serie de aumentos más larga del mundo con 29 años.
El plan económico de Beijing tiene implicaciones más allá de los negocios y el comercio, según Harley Seyedin, presidente de la Cámara de Comercio Estadounidense en el Sur de China.
Washington y Beijing compiten para mostrar “qué modelo de gobierno puede resolver mejor los problemas globales”, dijo Seyedin en un informe de febrero. “El rendimiento impulsará las percepciones de poder”.