El gobernador de Florida, Ron DeSantis, presunto pre-candidato a la presidencia, se encuentra en medio de una nueva confrontación con Disney World, la empresa que genera más empleo en la península sureña. Sin embargo, esta vez la disputa afecta directamente el bolsillo de los floridanos.
Todo comenzó con la crítica de Disney a la controvertida ley «No Digas Gay». Desde entonces, el gobernador ha librado una serie de batallas con la empresa, que van desde quitarles el distrito especial que tenían hace décadas, hasta humillarlos públicamente y amenazar con construir una prisión frente a los parques. Algunos consideran que esta pelea es justa, mientras que otros la ven como una vendetta personal.
Hace unos meses, Disney había anunciado emocionadamente la construcción de un nuevo complejo en Florida, que serviría como campus corporativo de la empresa y emplearía a 2 mil personas con un salario promedio de 120 mil dólares al año. Sin embargo, debido a los conflictos con el gobernador y la demanda que la empresa presentó contra el gobierno de DeSantis, Disney anunció la cancelación total de estos planes. En 2021, la empresa tenía presupuestado invertir al menos 864 millones de dólares solo en la construcción de este campus. Con la inflación, se estima que el costo del proyecto superaría ahora los mil millones de dólares.
Hasta ahora, el campus corporativo de Disney se encuentra en California, y muchos de los empleados que ya trabajan allí han expresado su rechazo a mudarse a Florida. Aunque económicamente sería muy conveniente debido a las diferencias fiscales entre ambos estados, los empleados manifestaron su descontento con el liderazgo de DeSantis.
«Teniendo en cuenta los cambios significativos ocurridos desde el anuncio de este proyecto, incluido el nuevo liderazgo en nuestra compañía y las condiciones comerciales cambiantes, hemos decidido no seguir adelante con la construcción de nuestro campus. No fue una decisión fácil, pero creemos que es la correcta», declaró Josh D’Amaro, Jefe de los Parques de Disney, a través de un comunicado. D’Amaro no es el único ejecutivo de alto nivel que ha hablado públicamente sobre la mala relación con el gobernador DeSantis. La semana pasada, el CEO de Disney, Bob Iger, cuestionó abiertamente el interés del estado de Florida en que la empresa continúe invirtiendo en el sur del estado. Cabe destacar que Disney es el principal empleador privado de Florida, con más de 75 mil empleados localmente, y es la atracción turística principal de la región. La compañía tenía proyectada una inversión de 17 mil millones de dólares en Florida en la próxima década, principalmente en nuevos hoteles. Todo esto está ahora en duda, al menos hasta que DeSantis cambie su actitud hacia la empresa.
«¿Le interesa al estado que Disney siga invirtiendo, siga empleando gente y pagando impuestos en Florida?», se preguntaba públicamente Iger.
Los rumores que indican que DeSantis anunciará la próxima semana su candidatura a la presidencia por el partido republicano son cada vez más fuertes. Muchos creen que está utilizando este enfrentamiento con Disney como parte de su plataforma para aumentar su reconocimiento a nivel nacional.
Fuente: The Associated Press