El banco estadounidense JPMorgan Chase ha ganado la licitación para comprar los activos del quebrado First Republic Bank (FRB), una de las víctimas de la crisis bancaria de marzo en EE. UU. y en la que muchos de sus clientes retiraron los depósitos, informa ayer la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) de este país.
La FDIC, una agencia federal independiente de EE. UU. para seguros, informó en un comunicado de que el acuerdo entre las dos entidades se cerró en las últimas horas, y de que “JPMorgan Chase Bank asumirá todos los depósitos y sustancialmente todos los activos de First Republic Bank».
Como parte de la transacción, las 84 oficinas de First Republic en ocho estados reabrirán hoy como sucursales de JPMorgan Chase. “Todos los depositantes de First Republic Bank se convertirán en depositantes de JPMorgan Chase Bank”, dice el comunicado de a FDIC.
A fecha del 13 de abril, First Republic Bank tenía aproximadamente 229,100 millones de dólares en activos totales y otros 103,900 millones en depósitos totales.
FRB cuenta en la actualidad con unos 173,000 millones de dólares en préstamos, 30,000 millones en valores y 92,0000 millones en depósitos, que “seguirán estando asegurados por la FDIC».
Por su parte, el director ejecutivo de JPMorgan Chase, Jamie Morgan, destacó en un comunicado de prensa la solidez financiera de la entidad bancaria que preside, lo que les permitió “desarrollar una oferta para ejecutar la transacción de manera que se minimicen los costos para el Fondo de Garantía de Depósitos».
“Los clientes no necesitan cambiar su relación bancaria para conservar su cobertura de seguro de depósitos hasta los límites aplicables”, indica además la agencia federal.
Asimismo informa de que esa agencia y el banco comprador, han iniciado “una transacción de pérdida compartida en préstamos unifamiliares, residenciales y comerciales que compró del antiguo First Republic Bank”.
La FDIC como síndico y JPMorgan Chase Bank compartirán las pérdidas y posibles recuperaciones de los préstamos cubiertos por ese acuerdo de pérdida compartida, y que a través de ese proceso se “maximice la recuperación de los activos manteniéndolos en el sector privado”.