Stephen Curry y LeBron James se citaban contra su propia leyenda. Los Warriors albergaban en San Francisco el primer partido de una serie que tiene algo de déjà vu. No obstante, el protagonista fue Anthony Davis. Un jugador que, cuando consigue juntar capacidad física, técnica y disponibilidad, ha demostrado ser un jugador sin parangón en esta competición. La Ceja brinda la primera victoria (112-117) en un partido monstruoso: 30 puntos, 23 rebotes, cinco asistencias y cuatro tapones.
Además, defendiendo alejado del aro y forzando malos lanzamientos, ya sea contestando a distancia o negando el acceso libre hacia el aro. Un impacto defensivo descomunal. Y el frío dato, Warriors lanzó 4-17 en tiros de campo ante Davis. Más allá de los simples números.
No ha sido el partido ni de LeBron James (22 puntos, 9-24 en TC, 11 rebotes) ni de Stephen Curry (27 puntos, 10-24 en TC). Aún así, Davis estuvo bien acompañado por D’Angelo Russell, con 19 puntos (9-19 en TC) y Dennis Schroder, con oros 19 (5-10 en TC). En el lado local, el mejor fue Jordan Poole, con 21 puntos (6-11 en T3). Klay Thompson, al igual que Curry, muy fallón: 25 puntos, pero con un pobre 9-25 en TC. Destacar a Kevon Looney, con 10 puntos y 23 rebotes.