Domingo Germán hace historia con el primer juego perfecto en Grandes Ligas desde el 2012: «Lo recordaré toda la vida»

En un destacado hito para el béisbol, el lanzador dominicano de los Yankees de Nueva York, Domingo Germán, logró un juego perfecto en la victoria aplastante de 11-0 contra los Athletics de Oakland. Germán se convierte así en el primer pitcher dominicano en alcanzar esta hazaña, retirando a todos los bateadores que enfrentó.

Este acontecimiento marca el primer juego perfecto en las Grandes Ligas desde el 2012, cuando el venezolano Félix Hernández lo logró con los Marineros de Seattle contra los Rays de Tampa Bay. Desde entonces, no se había registrado otro juego perfecto hasta que Germán lo consiguió este año.

Solo un selecto grupo de lanzadores latinos ha alcanzado esta gesta, entre ellos se encuentra el nicaragüense Dennis Martínez, quien logró un juego perfecto en 1991 con los Expos de Montreal ante los Dodgers de Los Ángeles.

Con su impecable actuación, Germán se une a una distinguida lista de pitchers de los Yankees que han conseguido un juego perfecto, donde figuran Don Larsen (1956), David Wells (1998) y David Cone (1999). Cabe destacar que la hazaña de Larsen ocurrió durante el Juego 5 de la Serie Mundial de 1956 contra los Dodgers de Brooklyn.

Luego de este memorable juego, Germán expresó su emoción diciendo: «Es uno de los grandes más grandes que existen en el béisbol. Es algo emocionante, siempre lo soñé y gracias a Dios lo cumplí y lo recordaré toda la vida». Tras algunas dificultades en sus aperturas anteriores, Germán logró nueve ponches contra los Atléticos, quienes ostentan la mejor marca de las Mayores.

El lanzador de 30 años nunca antes había completado un juego entero, su actuación más larga fue de 8 1/3 entradas contra Cleveland el pasado mayo, donde permitió solo dos imparables y una carrera.

Es importante destacar que Germán cumplió una suspensión de 10 juegos en mayo por utilizar una sustancia pegajosa ilegal en el montículo durante un juego contra Toronto.

El público presente en el estadio, compuesto por 12,479 personas, se puso de pie en la novena entrada para presenciar el final de esta hazaña lograda por Germán.

Tan solo seis días después de permitir ocho carreras en un partido contra los Marineros de Seattle, Germán alcanzó el ponche número 500 y demostró una actuación perfecta en todos los aspectos del juego.

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