El Barcelona sigue enchufado en LaLiga y sobrevuela por encima del escándalo Enríquez Negreira sin que, de momento, le haya afectado a su rendimiento. El club mantiene la tranquilidad y confianza en que nunca se actuó de manera ilegal , entendiendo que el caso caerá por si solo a pesar de todo el revuelo que ha explotado en los últimos días.
La amenaza del ex árbitro al antiguo presidente del club, Josep María Bartomeu, respecto a denunciarle públicamente nunca se llevó a cabo y esa es otra de las razones por las que desde las oficinas del Camp Nou existe el convencimiento de que nunca existieron las supuestas irregularidades de las que se pretende acusar al club.
El propio Bartomeu expresó a ESPN Deportes que las amenazas del que fuera vicepresidente del CTA nunca fueron tenidas en cuenta desde el primer momento en que se rompió el contrato entre el club y la empresa DANIL 95, sentenciando que «siempre pensé que era un documento inútil y que por mucho que rascara no sacaría nada. Nunca volvimos a saber de él».
SIN BENEFICIO
El Barcelona, en una actuación ciertamente curiosa, pagó entre 2001 y 2018 unos 7 millones de euros a la empresa de Enríquez Negreira, en muchas ocasiones a través de una segunda empresa propiedad de un ex directivo del club (Josep Contreras) que vehiculando esos pagos de los informes arbitrales cobró cuantiosas comisiones.
Lo extraño, llamativo del caso, es que el supuesto beneficio deportivo que el club logró de esa relación se confirma inexistente y esta es una circunstancia que se expresa de manera fime en los despachos del Camp Nou.
Entre 2001 y 2004 el Barcelona no ganó ningún título; los dos de Liga conquistados en 2005 y 2006 los consiguió con una ventaja suficiente como para descartar ninguna ‘irregularidad arbitral’ y, curiosamente, fueron en algunas temporadas en las que no ganó cuando hubo polémicas arbitrales en su contra.
Así ocurrió en la temporada 2006-07, cuando el campeón fue el Real Madrid gracias al goal average (terminaron igualados los dos clubs a 76 puntos) generándose una gran polémica en el Clásico del Camp Nou (3-3) al no ser sancionado un más que posible penalti a Ronaldinho en el tiempo añadido por el entonces colegiado Undiano Mallenco.
De más está recordar la última jornada de la temporada 2013-14, cuando el empate en el Camp Nou frente al Atlético de Madrid le facilitó el título al equipo colchonero… en un partido en el que Mateu Lahoz anuló incorrectamente un gol a Leo Messi que le habría dado el trofeo al Barça.
O lo ocurrido en dos visitas casi consecutivas de la temporada 2016-17, en enero de 2017, al Villarreal y Betis en las que el Barça no pasó del empate, cediendo 4 puntos a la postre decisivos. Iglesias Villanueva no señaló un penalti clarísimo en La Cerámica primero y Hernández Hernández no concedió un gol, más claro todavía, en el Villamarín cuando el remate de Luis Suárez había taspasado sobradamente la línea de gol cuando fue rechazado el balón por un defensor bético. Aquella Liga la ganó el Madrid… con tres puntos de ventaja sobre el equipodirigido por Luis Enrique.
TRANQUILIDAD
La plantilla de Xavi Hernández se mantiene al margen de todo el ruído mediático que estalló la última semana y que va manteniéndose en el escenario con la aparición de nuevas noticias que sin dar mayor trascendencia a la raiz de la principal siguen con el club en el primer plano. Frente al Cádiz el Barça sumó su séptima victoria consecutiva en el campeonato y ya son doce en las últimas trece jornadas (con un único empate frente al desde que perdiera el Clásico en el Bernabéu allá por el mes de octubre. Habiendo sumado 37 de los últimos 39 puntos en disputa y aventajando en ocho puntos al Madrid, el dominio del Barça en LaLiga es tan claro que cualquier escándalo con el que se le pretende relacionar pasa de largo de un vestuario fijo en sus objetivos.