CD Magallanes regresó este jueves a la copa Libertadores, luego de 37 años de ausencia, con una clara y merecida victoria por 3-0 frente a los bolivianos de Always Ready, equipo en el que debutó su nueva e inesperada estrella, el internacional marfileño Wilfred Bony, fichado hace dos semanas.
El que fuera delantero de Sawnsea, Stoke City y Manchester City poco pudo hacer en los apenas 20 minutos en los que pisó la grama del estadio El Teniente de Rancagua, 90 kilómetros al sur de la capital, donde los dirigidos por Marcelino Nuñez fueron un ciclón, recuperando el juego fluido y directo que los convirtió en la sensación de la pasada temporada.
La academia, que en 2022 militaba en la segunda división y de forma sorpresiva ganó la copa y la Supercopa de Chile, se permitió incluso el lujo de fallar una pena máxima que habría redondeado un resultado que ya de por sí es muy favorable de cara al partido de vuelta, que se disputará la próxima semana en La Paz.
El encuentro comenzó con ritmo, con una equipo local decidido a buscar la portería contraria, y una escuadra visitante arropada, confinada en el contraataque, que dejó en el banco a uno de sus goleadores, el argentino Marcos Riquelme.
Anclados a la inteligencia de Tomás Aranguiz, los blanquiazules se sacudieron rápido los nervios: en el minuto 21, y a la salida de un córner, Cristian Vilches pescó un rechace al borde del aérea pequeña y llevó el delirio a las gradas y al banquillo, donde Nuñez se volvió loco con el primer gol internacional de Magallanes en 37 años.
Apenas 12 minutos después el central se volvió a vestir de héroe, esta vez en su propio área, al cortar de forma providencial una fulgurante contra cuando la banca visitante ya celebraba el empate.
El ciclón magallánico se desató en la segunda parte pese a que Julio Baldivieso decidió mover el partido e introducir a dos de sus hombres de mayor calidad en ataque: el citado Riquelme y el internacional marfileño, que a sus 34 años y tras una extensa carrera que le llevó a disputar el Mundial de Brasil 2014, hacía su debut en un club de Sudamérica.
A los cuatro minutos, Carlos Villanueva recibió solo, disparó pero el balón fue repelido por un defensor del Albirrojo en la línea cuando se encaminaba a la red.
Apenas diez más tarde, con el equipo encendido, una jugada de Felipe Flores acabó en el monitor del VAR. Sin embargo, el propio delantero desperdició la oportunidad de ampliar más la ventaja desde el punto penal.
El error no descompuso a los locales, que mantuvieron el ritmo, la posesión y la tranquilidad pese a los intentos de los bolivianos de estirarse en busca de la meta defendida por Gastón Rodriguez, quien fue también providencial cinco minutos después en la mejor ocasión de empatar de Riquelme.
Hasta que en el 80, Vilches volvió a ganarle a la defensa albirroja de cabeza a la salida de un córner; su cabezazo lo sacó un defensor en la línea pero el rechace favoreció a Fernando Piñero, que envió el balón a la red.
En medio de la locura, con las gradas enchidas de felicidad, Bony tuvo la opción de ajustar el marcador pero su único destello se perdió ligeramente por encima del larguero.
Con el reloj electrónico mirando al final de los 90 minutos reglamentarios, Jorquera agitó la varita y le regaló una asistencia magistral a Marcelo Filla, quien había entrado desde la banca, para que definiera con la misma destreza y cerrara el marcador en un 3-0 que le ofrece a la academia la posibilidad se seguir avanzando en la Copa Libertadores.