En pleno corazón de París, en el Boulevard des Capucines, se encuentra una sorprendente cafetería Starbucks que irradia un ambiente regio reminiscente del Palacio de Versalles.
Este establecimiento de Starbucks tiene una historia rica: originalmente construido en el siglo XVII como un patio y posteriormente transformado en una tienda de textiles de renombre antes de convertirse en una cafetería. Después de intensas renovaciones, el café reabrió con un interior deslumbrante que presenta arte en el techo, lámparas de araña doradas y un techo transparente que da a los visitantes la sensación de viajar en el tiempo. Atracciones cercanas como la ópera Palais Garnier y el Museo del Louvre contribuyen a la atmósfera de castillo, convirtiéndolo en un lugar imprescindible para quienes buscan una experiencia única al tomar café en París.