En Alemania, continúa la polémica en torno a la exhibición de esculturas nazis, siendo el caso de las estatuas de bronce de dos caballos encargadas por Adolf Hitler un tema destacado. Estas esculturas, creadas por el artista nazi Josef Thorak, simbolizan la fuerza del régimen y se exhibirán nuevamente juntas en la Ciudadela de Spandau, tras ser aseguradas por la policía en una redada contra el comercio de arte ilegal en 2015.
Las estatuas formaron parte de las miles de obras de bronce encargadas por el régimen nazi durante su intento de transformar Berlín en la capital Germania. Josef Thorak, uno de los escultores favoritos de los nazis, fue reconocido internacionalmente por su trabajo y recibió numerosos encargos gubernamentales.
La exposición de estas esculturas nazis en espacios públicos ha generado fuertes controversias en el pasado. La Pinacoteca de Múnich, por ejemplo, recibió críticas por exhibir una pintura de Adolf Ziegler, otro artista nazi. El reconocido artista contemporáneo Georg Baselitz incluso pidió que se retirara la pintura, argumentando que promovía la propaganda nazi y resultaba intolerable exhibir obras de artistas perseguidos junto a aquellos responsables de dicha persecución.
A pesar de las protestas, algunas esculturas de propaganda nazi aún permanecen en espacios públicos, como el Estadio Olímpico de Berlín construido para los Juegos Olímpicos de 1936. En el pasado, se han hecho llamados para retirar estas estatuas, pero las autoridades han argumentado que su remoción sería negar la historia de Alemania.
La Ciudadela de Spandau ha decidido exhibir las esculturas nazis junto con otras obras problemáticas para fomentar un debate sobre cómo los poderes estatales moldearon el paisaje urbano de Berlín a través de monumentos. Según los encargados de la exposición, estas obras son consideradas testimonios de la historia alemana y cuentan con el respaldo del gobierno federal.
El debate sobre la exhibición de arte nazi en Alemania refleja la complejidad y sensibilidad histórica del país, donde se busca confrontar y comprender el pasado sin glorificar ni promover las atrocidades cometidas durante el régimen nazi.