Los gatos han conquistado el corazón de la sociedad y se han convertido en la segunda mascota más popular. Atrás quedaron los estigmas asociados a ellos, ya que ahora se reconoce su receptividad hacia los seres humanos y su capacidad para ser verdaderos compañeros de vida. Pero, ¿cómo podemos comunicarnos de manera efectiva con estos curiosos felinos? Un nuevo estudio ha revelado el método infalible para ganar su afecto. Sorprendentemente, los canales de comunicación convencionales no funcionan con ellos. La investigación ha determinado que todo lo que se necesita es tranquilizarse y realizar una única expresión facial, que se explica a continuación. Con este sencillo truco, podrás tener al gato en tu regazo en menos tiempo del que tardas en leer estas líneas.
¿Estás listo? Se trata de una técnica respaldada por pruebas realizadas en varios gatos. Aunque la muestra no es representativa, puede ser interesante comprobar si también funciona con tu mascota. ¿Quién hubiera imaginado que existía una forma tan simple de comunicarse con los gatos? Ponerlo en práctica no cuesta nada.
Comunicarse con los gatos de manera sencilla es ahora una realidad.
Después de siglos de intentos, finalmente hemos descubierto una forma sencilla de comunicarnos con los gatos. Se trata simplemente de seguir un sencillo paso. Se le ha dado el nombre de «sonrisa felina». No, no implica hacer una mueca forzada que arrugue la piel y muestre los dientes. Se trata de un gesto que el propio animal interpreta como una sonrisa. ¿En qué consiste? Solo tienes que mirar fijamente a los ojos del felino y, de manera relajada, parpadear lentamente.
Esta conclusión se obtuvo a través de un estudio en el que participaron expertos en la materia y dueños de gatos. En total, se incluyeron 21 gatos de 14 hogares diferentes en la primera prueba y 24 gatos de 8 hogares distintos en la segunda. En el primer ejercicio, los protagonistas fueron los propios dueños, mientras que en el segundo fueron los investigadores. El objetivo de esta combinación era determinar en qué medida la interacción se debía a la familiaridad entre ambos grupos.
Después de llevar a cabo las pruebas correspondientes, se observó un mayor contacto social entre las personas y los gatos cuando se realizaban estos gestos. Los resultados del estudio demuestran que los gatos perciben de manera diferente los mensajes que les enviamos como emisores. Además, se ha comprobado que los gatos son capaces de reconocer su propio nombre, aunque a veces nos ignoren por completo. ¿Qué otros secretos podrán desvelarse en futuras investigaciones? Es importante destacar que estos animales, a pesar de su apariencia más salvaje en comparación con los perros, han estado junto a nosotros durante miles de años.