Un estudio publicado en la revista Scientific Reports revela que los ancestros evolutivos de los humanos que vivieron hace aproximadamente 1,45 millones de años podrían haber practicado el canibalismo. Los investigadores encontraron marcas de corte en la tibia fosilizada de un pariente del Homo sapiens, sugiriendo el uso de instrumentos de piedra para extraer trozos de carne.
La paleoantropóloga Briana Pobiner descubrió la tibia fosilizada mientras buscaba evidencias sobre depredadores antiguos en las colecciones del Museo Nacional de Nairobi. Al examinarla, notó las marcas de corte que parecían indicar prácticas de carnicería entre estos ancestros humanos.
Para analizar las marcas, se tomaron moldes y se compararon con una base de datos de marcas de dientes y carnicería creadas en experimentos controlados. El análisis reveló que nueve de las once marcas eran consistentes con daños causados por herramientas de piedra, mientras que las otras dos podrían haber sido provocadas por mordeduras de felinos dientes de sable.
Aunque las marcas de corte por sí solas no son una prueba definitiva de canibalismo, Pobiner considera que es la explicación más lógica, ya que las marcas están ubicadas en una zona adecuada para extraer carne. Sin embargo, la falta de pruebas concluyentes y la dificultad para asignar el espécimen a una especie específica de homínido plantean interrogantes sobre la naturaleza exacta de estas prácticas.
Este descubrimiento se suma a investigaciones previas que han generado controversia sobre la posible matanza entre homínidos en diferentes regiones del mundo. Aunque aún se requiere más evidencia para confirmar el canibalismo en estos ancestros humanos, este hallazgo amplía nuestro conocimiento sobre el comportamiento de nuestros antepasados y plantea nuevas preguntas sobre la evolución humana.
